Reposado

REPOSADO

Quieto estuvo Moab desde su juventud, y sobre su sedimento ha estado reposado, y no fue vaciado de vasija en vasija, ni nunca estuvo en cautiverio; por tanto, quedó su sabor en él, y su olor no se ha cambiado. Jer. 48:11 RV60

A mí se me ocurre hacer una aplicación práctica de que el vino representa nuestra vida, y que la persona reposada es aquella que no ha sufrido cambios en su forma de ser ni de pensar. Es la gente quieta, que no logra nada significativo, que no se atreven a salir de su vasija original (su comodidad).

Por otro lado, están los que han sufrido en la vida siendo vaciados de vasija en vasija. Cada vasija representa un problema o reto grande en la vida. Estas personas cambian cada que se levantan de una crisis y se convierten en mejores personas.

Al igual que el sabor y olor del vino cambian al ser vaciado de recipiente en recipiente, así también el sabor de las personas cambia cuando han superado problema tras problema en la vida.
Su “sabor y olor” es diferente, son más compasivos, saben a humildad, comprenden el dolor de otros, huelen al amor de Dios. Su sabor no es amargo como el de un vino rancio, porque cuando han sufrido decepciones, traiciones y dolores, no se han amargado, sino que se han mejorado.

Quieto estuvo Moab desde su juventud, y sobre su sedimento ha estado reposado, y no fue vaciado de vasija en vasija, ni nunca estuvo en cautiverio; por tanto, quedó su sabor en él, y su olor no se ha cambiado. Jer. 48:11 RV60

Piénsalo:
¿De qué manera te ha ayudado cada vez que superas un problema o crisis?
¿Te has atrevido de salir de tu comodidad, cuál fue tu aprendizaje?
¿Después de un problema te has mejorado o amargado?