Recuerda las promesas

RECUERDA LAS PROMESAS

Recuerda la promesa que me hiciste; es mi única esperanza.
(Salmos 119:49 NTV)

1. Lo que recuerdo constantemente determinará mi estado de ánimo. Los recuerdos me harán sentir bien o me harán sentir mal. Según lo que recuerdo así será la forma en que me sentiré. Por eso, pido a Dios que me recuerde las promesas que me ha hecho a través de su palabra.
Recuerda la promesa que me hiciste; es mi única esperanza.
(Salmos 119:40 NTV)

2. Las promesas de Dios me producen esperanza. … es mi única esperanza. (Salmos 119:49 NTV) Alguien dijo que podemos vivir 40 días sin comer; 4 días sin agua; 4 minutos sin oxígeno; pero, solo 4 segundos sin esperanza.

3. Me da nuevas fuerzas para seguir adelante. Tu promesa renueva mis fuerzas… (Salmos 119:50 NTV) El recordar las promesas de Dios tiene un efecto en mi vida que me produce nuevas fuerzas para seguir adelante. Sacamos fuerzas de debilidad y nuestras fuerzas son multiplicadas.

En cambio, los que confían en el SEÑOR encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán. (Isa 40:31 NTV)

4. Me consuelan.  Tu promesa… me consuela en todas mis dificultades. (Salmos 119:50 NTV)

Recuerda la promesa que me hiciste; es mi única esperanza. Tu promesa renueva mis fuerzas; me consuela en todas mis dificultades. (Salmos 119:49-50 NTV)

Piénsalo:
¿Qué es lo que comúnmente estás recordando?
¿Qué producen en ti las promesas de Dios?
¿Cuál promesa de Dios te trae esperanza, fuerzas y consuelo?